1) Resfrío Común.
Enfermedad viral, generalmente leve. Se caracteriza por compromiso de las vías respiratorias superiores y una duración aproximada de 2 a 5 días. Sus síntomas, de comienzo repentino, incluyen compromiso del estado general, obstrucción nasal, romadizo, estornudos, tos seca poco frecuente y a veces fiebre hasta 38,5°C. En los menores de un año puede haber trastornos en la alimentación y el sueño. No se trata con antibióticos y los descongestionantes no deben usarse en menores de 3 meses de edad. Las recomendaciones generales son reposo si el estado general de la persona lo requiere y gran cantidad de líquido. En caso de fiebre sobre 38°C durante más de tres días o dificultades para respirar, acuda a su pediátra. Las complicaciones del resfrío común pueden ser: sinusitis, otitis media, adenoiditis, bronquitis obstructiva y neumonía.
2) Faringoamigdalitis Aguda Bacteriana.
Inflamación de la faringe y/o de las amígdalas. Es un cuadro de comienzo brusco con decaimiento, dolor de cabeza, dolor de garganta y fiebre alta (sobre 38,5°). Se puede observar enrojecimiento y aumento de las amígdalas, en ocasiones acompañado de manchas blancas y dolor en ganglios submaxilares. Se debe consultar al pediátra, ya que es necesario medicamentar al paciente. Además, se recomienda reposo.
3) Otitis Media Aguda.
Inflamación aguda del oído medio y trompa de Eustaquio, que puede afectar a uno o los dos oídos. Esta inflamación puede ser causada por virus respiratorios o bacterias y provoca intensos dolores de oídos de comienza brusco, fiebre y, en lactantes, irritabilidad como manifestación del dolor. Se puede presentar supuración del oído y dificultad para escuchar. Habitualmente esta inflamación corresponde a una complicación del resfrío común, ataca principalmente a niños menores de 3 años y puede llegar a necesitar una intervención quirúrgica para drenar el fluido desde el oído medio. Es necesario acudir al pediátra. Aplicar calor local alivia el dolor y no se debe taponear el conducto auditivo externo. Si hay fiebre, el paciente debe permanecer en reposo. Si se presentan 3 o más episodios en un año, secreción persistente del oído o hipoacusia por más de 3 semanas, se debe consultar un médico otorrino. Si el niño no tiene fiebre y se encuentra en buenas condiciones generales, puede realizar sus actividades habituales, ya que la otitis no es contagiosa.
4) Laringitis Obstructiva Aguda.--
Inflamación aguda de la laringe, generalmente de origen viral, que provoca diversos grados de obstrucción. Evoluciona rápidamente, causando disfonía o afonía, tos disfónica (tos de perro), diferentes grados de dificultad respiratoria y fiebre moderada. Esta infección puede ir de moderada a intensa, llegando al agotamiento del paciente y disminución de síntomas respiratorios. Si los síntomas son leves se pueden manejar en el hogar, pero es necesario acudir al pediátra para recibir las instrucciones adecuadas.
5) Bronquitis Aguda Obstructiva.--
Enfermedad generalmente producida por virus, caracterizada por la obstrucción de bronquios y bronquiolos, con tos de intensidad variable, fiebre moderada, respiración agitada, sibilancia audible (ruido en el pecho), dificultad respiratoria y para alimentarse. Esta enfermedad se presenta mayoritariamente en niños menores de dos años. En niños de tres meses o menos puede haber episodios de apnea (el niño deja de respirar). Se debe acudir al pediátra, quien definirá la gravedad del caso de acuerdo a una escala de puntajes predeterminados que orientarán el tratamiento a seguir y se instruirá a la persona responsable del cuidado del niño, a fin de evitar complicaciones posteriores, como por ejemplo, neumonía.
6) Neumonía.--
Enfermedad de origen viral o bacteriano, provoca una inflamación aguda del parenquima pulmonar. La neumonía se trata con antibióticos que deben ser prescritos por un profesional médico. Sus síntomas más comunes son tos, fiebre y dificultad respiratoria, pudiendo presentarse dolor abdominal, puntada en el costado, vómitos, calofríos y expectoración. En el lactante se aprecia compromiso del estado general, rechazo al alimento, quejido, hundimiento debajo de las costillas y aleteo nasal. Por sus múltiples complicaciones y riesgo de apnea y paro cardiorespiratorio, es necesario acudir rápidamente a un centro médico, realizar una radiografía de tórax y Hemograma con VHS. Los niños menores de 3 años, generalmente, deben hospitalizarse. Una secuela importante de la neumonía son las bronquiectasias, es decir, zonas de los bronquios que quedan dañadas, aumentando la posibilidad de infecciones a repetición.

Todas las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) son contagiosas o, en el caso de la otitis, consecuencia de una enfermedad contagiosa. Para evitar la transmisión de sus agentes, se recomienda:
- Cubrirse la boca al toser o estornudar.
- Usar pañuelos desechables y botarlos luego de un uso.
- Lavarse las manos a menudo y cuidadosamente.
- Evitar el contacto con enfermos con infecciones virales o bacterianas.
- Lavar las superficies o juguetes contaminados por estornudos, tos o secreciones nasales.